Encaje

Por varias razones que algún día les comentaré, Mercure Galant estuvo discutiendo recientemente sobre encajes. Y créanme que los debates sobre encajes suelen tornarse fuertes, intrincados y complejos… La clasificación, los nombres, las categorías en que se ordena esta delicada artesanía sólo es comparable en dificultad con la clasificación de los bordados. Y no es extraño que muchas veces se confundan bordados con encajes pero lo cierto es que son dos mundos muy distintos que en algunas ocasiones se conectan. De todas formas, una regla general de los puristas de las historias de estas dos artesanías es que lo que es encaje no es bordado, y lo que es bordado no es encaje. La historia del encaje también es algo engañosa aunque últimamente los estudiosos del tema concuerdan en que se trata de una tradición occidental de creación no muy lejana en el tiempo, si consideramos al siglo XVI –momento de su aparición- como algo reciente. El encaje aparece en Europa como un artículo de extremo lujo y tendrá desarrollos importantísimos en casi todos los países. Eso hace que las clasificaciones sean de lo más difíciles pues muchas de las urbanizaciones mercantiles en donde florecieron las grandes fortunas del Renacimiento fueron el lugar del desarrollo de todas las artes ligadas con la producción textil y con los bienes de lujo. Así existen los encajes de Bruselas, de Alencon, de Chantilly (como la crema), de Cluny, de Venecia, de Arras, de Lille, de Bedfordshire, de Buckinghamshire y todos los encajes españoles que son miles. No les voy a contar la historia del encaje, pues Mercure Galant lo último que quiere es darles la lata con información que pueden encontrar fácilmente en la web así que ahora paso a decirles el por qué de este rodeo. Luego de mi discusión con algunos especialistas sobre la naturaleza de ciertos encajes, en mi eterna tarea de mostrarle a mis seguidores las novedades de la moda mundial me encuentro con que Vogue España presenta como tendencia en muchas de las principales pasarelas europeas el uso de encajes. Dolce & Gabbana, Elie Saab, Marc Jacobs, Miu Miu, Antonio Berardi, Antonio Marras, Donna Karan, Roberto Cavalli, Stella McCartney, Chanel, Valentino, Veronique Leroy, Christopher Kane, Celine son algunos de los ejemplos que seleccione entre muchos. Desde usos más atrevidos como en las colecciones Dolce & Gabbana, Berardi y Karan en cuyas creaciones definitivamente apuestan por el destaque de la transparencia y la referencia al encaje como lencería, hasta la delicadeza de los increíbles trajes de Elie Saab o Valentino. También algunos diseñadores explotan el costado étnico del encaje, como lo hace Roberto Cavalli en vestidos con maxi faldas en donde evolucionan dibujos florales o Antonio Marras que juega con hilos metálicos y crea estampados de un refinado gusto oriental. Stella McCartney y Marc Jacobs dan relieve a los dibujos y a los patrones decorativos. Pero no les digo más y los dejo con las imágenes mientras me convenzo de que lo único importante en relación con los encajes es que son maravillosos y que se seguirán usando por siempre jamás.