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Collares de ámbar para bebés.

El ámbar proviene de una resina específica del árbol “Pinus Succinifera” y lleva miles de años que esta piedra se fosilice adecuadamente. Se cree que algunos ámbar se originaron en el período terciario, lo que significa que las piedras pueden tener incluso 50 millones de años.

El ámbar báltico, contiene las mayores cantidades de ácido succínico, que produce efectos calmantes cuando entra en contacto con la piel de los bebés, y ayuda a aliviar las molestias en la salida de los dientes de forma natural, desinflamando y calmando dolores anexos. Hay de diversos colores, amarillentos, anaranjados, rojizos y oscuros. El ámbar puede estar pulido o sin pulir, a eso se debe que algunos sean más brillosos que otros. Las propiedades del ámbar no cambian si está pulido, sin embargo, cuanto menos intervención tenga la piedra suele ser mejor.

¿CÓMO USAR EL COLLAR?
Se recomienda usar el collar desde que el bebé comienza la etapa de dentición, hasta que se crea conveniente. Los collares son completamente seguros, poseen un nudo antes y después de cada cuenta, de modo que en el caso extremadamente improbable de que la correa se rompa, las cuentas no se perderían ni representarían un riesgo de asfixia. Están confeccionados con hilo de poliéster, muy resiste a roturas y abrasión. Tienen un cierre tornillo que sólo puede abrir un adulto.

Cuanto más cantidad de tiempo el bebé use el collar, mejores serán los efectos. Se puede dejar para el momento del baño y para dormir.